Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

viernes, 24 de julio de 2020

Corrupción Reloaded por @avlis1000

Las habilitaciones, los permisos, la autonomía. Una renovada forma de corrupción en tiempos de pandemia.

Corren tiempos difíciles en Venezuela: tiempos de recesión económica, de pandemia, de cuarentenas; sin gasolina, agua ni luz. Algunos con dolares otros muchos con dolores y la mayoría de la gente pasando trabajo. 

Esta situación ha obligado a la corrupción en nuestra hermosa ínsula a reinventarse (palabrita mas que baboseada en estos tiempos), renovando y potenciando viejas estrategias para seguir robando a cuanto inocente o no tan inocente se les atraviese.

Durante décadas el sector donde hice vida profesional fue inmune, o casi, a la corrupción. Eran muy pocos los casos que se veían y los farmacéuticos nos sentíamos orgullosos que las cosas funcionaran legalmente sin necesidad de coimas o amiguismos. De reojo veíamos a veces como a algunos inspectores de otros sectores o a sus jefes les regalaban botellas, comidas o un sobre por aligerar el otorgamiento de permisos o hacerse los ciegos ante violaciones de normas legales. Eran muy pocos, de sobra conocidos, muchas veces denunciados y hay que reconocer, pocas veces castigados.

Pero, parafraseando al cantor aquel ( Y en eso llego Fidel. Carlos Puebla): “Llego Maduro II y mandó a acelerar”. Desaparece el recato y la decencia, sin sonrojo alguno funcionarios de toda categoría se dedican a la caza de incautos a quien esquilmar usando las excusas de lo lento de los trámites a menos que se "habilite" previo pago en dolares. La autonomía da para todo. Jefes sinvergüenzas ¿abogados trastocados en sanitarios? exhortan públicamente a sus subordinados a salir a la calle a cerrar establecimientos o inventar sanciones que luego son levantadas previo pago, no en bolívares devaluados sino en billetes verdes con la cara empelucada de Benjamín Franklin. En las oficinas circula un tarifario de la corrupción que todos conocen y muchos aplican. Las sanciones se levantan en oficinas cerradas y pasillos oscuros lejos de la mirada de los decentes que gracias a Dios aun quedan.

Lo triste y dramático es que los que deberían protestar prefieren ver hacia otro lado, taparse las narices y uno que otro, también sobradamente conocido se convierte en gestor de la corrupción recibiendo como pago sonrisas, palmaditas e impunidad para sus desmanes.

Eso algún día se acabará estoy seguro y los que hoy abusan, corrompen y son corrompidos tendrán que rendir cuentas y ser castigados. Con esa fe me mantengo y le pido a la Virgen del Valle que algún día la justicia se imponga juzgue y castigue. También pido que nunca se vean esas acciones de robo y corrupción como algo normal en nuestra amada isla, en nuestro amado país.

Por Rafael Silva Figueroa 
@avlis1000

viernes, 10 de julio de 2020

Félix Crudele Marín: Todos pueden aprender a tocar el cuatro

Con paciencia va enseñando técnicas básicas y avanzadas para la ejecución del instrumento. Desde casa produce tutoriales que publica en su canal Solo Cuatro vía Youtube.

El instrumento prodigio nacional se ha adaptado con virtuosismo y sin importar recelos. El cuatro ha logrado cruzar las fronteras mostrando sus distintivos punteos, arpegios y nuevos sonidos que siguen al charrasqueo típico en la música tradicional venezolana.

El recorrido de tantos maestros admirados como: Freddy Reyna, Hernán Gamboa y más recientemente Jorge Glem, ha dejado infinitos aportes, afianzando el acompañamiento, la interpretación solista; y ahora, la incursión en géneros foráneos, amagando con refugiarse por el mundo. 

Tiempos de globalización y valor por el conocimiento ameritan esfuerzos por la continuidad del instrumento oriundo. Félix Crudele Marín, un curioso cuatrista y altruista de la pedagogía, interpreta como designios de esas cuerdas, afinadas en la, re, fa sostenido y si; llevar su enseñanza a cada rincón con un clic.

Con 9 años vio a Cheo Hurtado ejecutando y decidió ser músico, demostrando que nada tuvo que ver nacer el día del Músico en 1991. Arpista y vanguardista de la educación para el cuatro, apoya no encasillar al instrumento en el joropo, tema que le agobia; por ello, resolvió enseñar el arte a todo el que guste reproducir sus tutoriales en Youtube

¿Consciente de ser el maestro del cuatro con más alumnos en el mundo?

Sí, es un compromiso muy grande con tanta gente suscrita al canal. Me da felicidad pero a la vez mucha responsabilidad porque me convierte en una referencia, haciéndolo más difícil, estoy contento por eso.

Un apellido oriental y otro de…

Tengo familia margariteña, mi mamá Severina Marín es de Boca del Rio de la calle Bajo Seco. Una vez fui y tengo familia que ni se, conocí una primamenta, hijos y nietos de los hermanos de mi abuelo, todos eran primos. El folclorista Eduardo Marín es mi tío abuelo, él tocaba cuatro, mandolina y la cuereta. Mi otro apellido proviene de Italia, mi padre migró desde Europa en los años 50.       

¿Se nace para ser cuatrista o se puede aprender?

Soy partidario de la expresión: todos pueden aprender a tocar. A veces encontramos niños con talento desbordante, aprenden una canción en cinco minutos y quieren otra. Otros por el contrario, no tienen ese talento pero son constantes. Según mi experiencia, terminan siendo músicos estos últimos. Otros con mucho talento se aburren y lo dejan.

¿Cómo globalizar al cuatro?

Estamos en ese proceso. El instrumento aún está venezolanizado. Algunos cuatristas están haciendo música internacional pero el público sigue buscando el merengue, joropo, un tuyero. Cuando tocamos bolero, salsa, un rock de Los Beatles o algo de un videojuego es visto exótico, no típico. Falta ese proceso de concientización del público que ocurrirá con el pasar de los años.

¿Cómo avanza la internacionalización?

C4 trío y otros están por ahí en el extranjero haciendo trabajos como solistas. Acompañantes como Carlos Capacho han estado en Berkeley College of Music en Boston. Él desarrolló técnicas interesantes con el cuatro y su aplicación al Jazz.

Cuéntanos más de esa evolución.

Podría significar ver un solo de cuatro de Autumn Lives o Jimi Hemdrix con punteos y más cosas. Eso le ocurrió a la guitarra que fue un instrumento folclórico, español-árabe; Con ella incursionaron en el flamenco, otros en el jazz, baladas, pop. Hoy la guitarra está presente, podría decir en todos los géneros, eso le falta al cuatro para culminar el proceso.

¿Cómo llegaste al instrumento?

Tuve clases de cuatro a los 7 años con mi profesora Mercedes Lugo en el conservatorio Lino Gallardo en la Castellana, luego me dediqué a la música clásica. Cuando empecé materias como: teoría y solfeo, armonía y estética, aprendí muchas cosas en el arpa, cadencias, acordes y me dije: si esto lo puedo hacer en el arpa también en el cuatro.

¿Cómo surge la idea de Solo Cuatro en Youtube?

Bueno, cuando estudiaba no había tutoriales, sino algunos vídeos de Cheo Hurtado, de un tal Jorge Glem, pero no había vídeos ensañando. Los veía y aprendía cuadrito por cuadrito, acorde por acorde. Luego me pregunté, cuántos estarán como yo  por aprender y por equis razón no pueden pero tienen internet.

Entonces pensé que podía ayudar desde mi casa y de forma gratuita. Comencé a subir tutoriales al canal, uno a uno, pasito a pasito, explicaditos, aunque en ese momento ya había otros rudimentarios que solo decían: El ritmo de joropo es así: chi, qui, chi, chí, sin explicación.

¿Se puede subsistir económicamente monetizando vídeos de cuatro?

En estos momentos diría no, la monetización de Youtube para Venezuela es baja, la más alta del mundo la tiene España con un dólar y pico por cada mil vistas. En Venezuela es 0,3 o 0,4, no es rentable, pero no es problema porque del canal surgen iniciativas.

¿Cuáles?

Por ejemplo, tengo alumnos por Skype en diferentes países, la venta de instrumentos, patrocinios de tutoriales específicos. También he recibido instrumentos como patrocinios.

¿Alguno que destacar?

Recibí un cuatro del lutier y cuatrista japonés Yasuji D’Gucci, él vino a Venezuela y me contactó, quería dejar uno, me ofreció el cuatro celeste para utilizarlo como instrumento principal y es el que uso en mis vídeos; tiene una media luna y un diseño peculiar.

En Japón vamos bien con la internacionalización. ¿No?

Si, de hecho en la universidad de Tokio está la estudiantina Komaba. Hacen exclusivamente música venezolana con su acento y todo. “Yo tlaigo un glito llanelo”, la cantan buenísimo.

¿Creció el canal durante la pandemia?

Si, ha crecido más, he podido subir más vídeos porque tengo más tiempo libre, antes grababa los domingos y publicaba uno por semana. Ahora subo al menos tres, más una transmisión en vivo los domingos. Empecé la cuarentena con 29 mil suscriptores y he superado los 34 mil. 

Parece que hubieses estudiado docencia.

La verdad no lo estudié pero me han dicho que tengo facilidad para enseñar. Pienso es heredado, mi mamá es profesora de biología y química. Mi papá es técnico electricista en un taller mecánico y le llaman el maestro porque ha enseñado a muchos.

En el canal he recibido comentarios por la pedagogía. Yo aplico tips de maestros que me han enseñado y se me ha dado bien en el colegio Emil Friedman donde trabajo y he llevado alumnos a la Siembra del Cuatro quedando finalistas.

¿Regañas a los alumnos?

Claro que regaño a los alumnos porque me escriben que quieren aprender el pajarillo de Luis Silva, pero les pregunto si saben los acordes o el ritmo y  admiten no saberlo. Por eso siempre digo como vas a vivir el lunes, si no ha pasado viernes, sábado ni domingo.

Pronto tendrás heredero. ¿Lleva ventaja tener al profesor en casa?

Uno de mis sueños locos es tener un concierto tocando junto a Félix Matías, mi hijo; espero herede la parte musical que su mamá también tiene pero esconde. Si le gusta otra cosa también le apoyaré. 

Por Simón Peraza Lazarde
@sapl42


Publicado el 10 de Julio de 2020
   Diario Sol de Margarita