Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Economía de película

Son muchos los hechos que han motivado películas vinculadas a la falsificación de dinero, la utilización de la moneda para transacciones ilícitas o estafas. Por ejemplo, Catch me if you can, es una película protagonizada por Leonardo Di Caprio, quien interpreta a un joven muy habilidoso con la falsificación, quien recorre Estados Unidos adulterando identificaciones y títulos cambiarios, logrando hacerse con millones de dólares, escabulléndose durante muchos años de la justicia norteamericana.

Die Fälscher es otra pieza filmográfica donde el dinero es el punto principal de la trama, en ella un grupo de judíos son escogidos dentro un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial por su talento y arte para copiar billetes con moldes y planchas. La falsificación era promovida por el alto mando militar alemán con la finalidad de financiar el régimen de Adolf Hitler.

72 horas decretó el Presidente de Venezuela para canjear los billetes de más alta denominación nacional antes de ser inutilizados, pareciese un argumento de película de Hollywood pero no, es otro cuento de la Venezuela en casi dos décadas, la devaluación de la moneda.

El billete de cien bolívares equivale en dólar americano a muy poco – y bajando - ,  ese billete que será desincorporado de la economía venezolana se suma a los supuestos planes desestabilizadores, uno más de la guerra económica que encabeza Dolar Today, los empresarios de la harina, kreisel, la frontera colombiana y ahora el acaparamiento de los billetes de bolívar fuerte.

Dos décadas de la llegada del proyecto socialista revolucionario, más de doce años de control cambiario, una reconversión monetaria que suprimió tres ceros para dar nacimiento al bolívar fuerte, y hoy, ocho años después de ese último evento, anuncian la llegada de la evidencia inflacionaria, la recuperación de los ceros perdidos con billetes de 500, 1000, 2000, 5000, 10000, 20000, es decir, el bolívar débil, triste y devaluado.

Millones de dólares tuvo Di Caprio cobrando cheques falsos ante centenas de bancos a través de los Estados Unidos en Catch me if you can; los alemanes imprimieron dólares y libras esterlinas falsas para mantener su proyecto y subsistir durante la guerra.

La historia económica venezolana en tiempos de revolución es también una película. Planes, proyectos, sistemas, controles varios, todos sin éxito, han perjudicado el bolsillo ciudadano pero han engordado las ambiciones de la cúpula gubernamental. La moneda es parte del negocio, quizás el cine pueda ilustrarnos en un futuro próximo con una producción de la economía nacional estatal y sus agentes, una historia de película.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42



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