Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

jueves, 2 de abril de 2015

Los que se fueron


   Lo más cerca que habían estado de otros países, ocurrió en época de mundiales de fútbol. Cada quien miraba los encuentros en su hogar. Era época de Romario, Bebeto, Hagi y el final de la carrera de Maradona, con aquella suspensión por dopaje. 

    Al finalizar aquellos encuentros del deporte que mas grupos de personas une, sin aviso, sin llamada telefónica, esa llamada con discado largo desde un teléfono gris con bocina y auricular de gran tamaño; sin la existencia del actualmente obsoleto mensaje de texto; pero con la coincidencia y el compromiso, tan exacto como reloj suizo; llegaban todos los invitados al verdadero mundial, ese donde nacen los sentimientos, gustos por equipos y jugadores del deporte con más influencia en el mundo.

    Son las cuatro y media de un año mundialista, el sol cubre aún, mitad de la cancha de juego, se discuten los integrantes de cada equipo, no habrá luz artificial, se jugará hasta que la luz natural lo permita, poco más de las seis de la tarde, hora de despedida de la jornada. Pocos son los que tienen franelas alusivas a equipos, algunos no llevan calzado. Goles y más goles, son narrados por algunos en las gradas; muchos goles son celebrados cual partido oficial.

    Durante este período, días así, se repiten, incautos  todos los participantes ante un futuro lleno de gustos, obligaciones y disponibilidades diversas, que obligarán a cambiar aquellas buenas tardes de gritos de gol. Pocos fueron los conscientes. Argentina, España, Francia, Alemania, entre otros;  fueron algunos de los países motivadores para muchos, en aquellos juegos de fútbol, países que al día de hoy, se han convertido en los principales destinos de aquellos futbolistas adolescentes, que a la fecha buscan tranquilidad, armonía, oportunidad, prosperidad que permitan lograr metas.

    Si algo en común gozan esos futbolistas de tardes soleadas, es de arraigo. Cada uno más venezolano que otro. Difícil decisión, cambiar de residencia. Familias enteras lo intentan, con lejanas mudanzas, dejando lo conocido, aspirando lo mejor, asumiendo nuevos y desconocidos retos.

    Migrar es un término reconocido por nacionales y extranjeros que residen en el País. Portugueses, españoles, chinos, árabes, chilenos; llegaron huyendo de realidades con consecuencias similares a las que hoy en día, vive la nación de Bolívar. Inseguridad, indignación, corrupción, escases son palabras comunes en el vocabulario patrio que describen la situación real actual.

    La búsqueda de calidad de vida, es el punto común del movimiento migratorio venezolano y quienes permanecen luchando contra la fuerte corriente de problemas, no desean marcharse. Muchos logran migrar con éxito; se establecen, estudian, hacen familia pero siempre anhelando volver, a la Venezuela bella, esa de paisajes que es y de gente cordial que quiere seguir siendo pese a las calamidades. Ojalá pronto podamos citar: Los que volvieron y no los que se fueron.

Por Simón Peraza Lazarde
@sapl42

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