Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Valor perdido

La coherencia es relación de ideas con actitudes, una facultad con la que no todos cuentan, esta no se muestra hablando, sino haciendo, es decir, con actividad. Últimamente en Venezuela se ha estado carente de esa facultad pues la desidia y el caos gobiernan, respaldados por antivalores y desprecio por la intelectualidad, referencia a la intelectualidad que no solo se atribuye a grandes pensadores ni reconocidos científicos, sino, a todo aquel que con estudios, lectura, virtuosismo, arte o simplemente cinco dedos de frente, es capaz de hilvanar ideas con hechos.

Gobernantes que sustentan su ejercicio como garantía para la libertad del pueblo, no son coherentes y los hechos lo demuestran. Resaltan la igualdad pero insultan a quien discrepa de sus actuaciones, aseguran respetar al ciudadano pero ir a un hospital no garantiza atención y mucho menos sanación por lo que ellos prefieren un clínica extranjera, la vida pende de la suerte pues la inseguridad se manifiesta a diario por lo que mejor es tener guardaespaldas y la justicia atiende  a las órdenes del verbo de un presidente en cadena de radio y televisión.

La coherencia no la perdieron ahora, es que nunca la tuvieron, un gobierno que busca democracia y dice estar fundado en ella, no gana coherencia buscando ejemplos en dictaduras. Cuba, el magnánimo ejemplo de quienes gobiernan hoy Venezuela, tiene un sistema no democrático desde poco más cincuenta años, sin elecciones, con represión, injusticia y con derecho a las migajas, a miseria repartida por gobernantes que hablan de igualdad pero viven cuales reyes.

No es un secreto que las cúpulas de los gobiernos de Cuba y Venezuela se asemejan a cualquier régimen monárquico histórico, pues ambos corresponden a privilegios y transmisión de poder por herencia y ahora, cual acto de magia intentan desaparecer sus orígenes de insurrectos y su proceder tiránico con trajes democráticos brinca pozos.

La democracia debe ser coherente para ser democracia, también es un deber llamar las cosas por su nombre. Un gobierno elegido por las armas, sin alternancia, represor de la sociedad por más de medio siglo, no puede ser el ejemplo de un camino a seguir. Gobernantes tiranos que se amparan en incoherencias, populismo y represión mueren algún día, galáctico o no, con 15 o 50 años de gobierno, da igual, a todas estas parten para no volver dejando como obra, la miseria social.

Hablando de coherencias, luto nacional decretado por la muerte de un tirano en una supuesta democracia, cuando venezolanos majestuosos que no han atentado contra la vida de ningún ser humano, como por ejemplo: Simón Díaz, compositor y cantante, creador de Caballo Viejo una de las canciones más versionadas en el mundo y muchas otras. Forjador de valores, fiel embajador de las tradiciones venezolanas  y tío de una generación que aprendió cantando con él en la televisión, no recibió homenaje alguno en vida ni después de su muerte.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42


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