Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

viernes, 30 de septiembre de 2016

Bienestar y una policía turística para #Margarita

Son muchos los países y ciudades del mundo que viven de la actividad turística. La cercana isla de Aruba, por ejemplo, vive de las visitas que buscan hospedarse en hoteles y posadas con vista al mar; Barcelona, la ciudad española, se encuentra en el top de las urbes mundiales, y si bien no vive solo del turismo, es esta actividad de las principales fuentes de ingresos, gracias a su cultura, su gastronomía, su ubicación e importantes zonas costeras que permiten el zarpe de imponentes cruceros.

En Latinoamérica hay un caso representativo de turismo que pudiese tomarse como ejemplo para Margarita. Costa Rica, sin ofrecer más que bellos paisajes y bienestar, ha hecho de su imagen su lema: “Pura vida”. Esta frase arraigada en la cultura costarricense se ha dado a conocer y exhibe al mundo la amabilidad en la atención para con otros seres humanos que viven o visitan el país.

Sí, paisajes y bienestar, dos palabras. La primera de ellas está en Margarita y solo basta con pasear por cualquier costa de la isla y observar sus playas de arenas blancas. Ahora bien, el bienestar es algo sencillo de escribir pero no de aplicar porque comprende la satisfacción de convivir con tranquilidad y amabilidad.

La campaña para convertir a Margarita en destino turístico - algo que fue otrora - debe empezar por la educación en todas las escalas; el trato cordial de margariteños, comerciantes, visitantes, prestadores de servicios turísticos y funcionarios.

Por ejemplo, los policías de la región deben fungir también como servidores, cumpliendo un rol en beneficio del turismo; convertir a la  policía en un apoyo para los visitantes podría ser el mejor ingreso para el terruño insular.

Para nadie es un secreto que la delincuencia en Venezuela vive bajo un manto de impunidad, pero ese motivo no es suficiente para que reine en el criterio funcionarial una presunción general de culpables. La gran mayoría de los venezolanos es ajena a la delincuencia.

La indignación que puede vivirse en las improvisadas alcabalas policiales cercanas a las concurridas playas margariteñas donde los funcionarios policiales con prejuicios y falsas presunciones detienen y requisan de manera infame, irrespetando los derechos ciudadanos de intimidad, honor, respeto, dignidad, libre tránsito y la presunción de inocencia, no puede estar subordinada a simples ideas, prejuicios y abuso de autoridad.

Es por ello que deben prevalecer dentro de las instituciones públicas programas educativos de formación continua en derechos humanos, trato digno, comunicación, normas, respeto, valores, ciudadanía y relaciones públicas para corregir y formar a los funcionarios necesarios para el bienestar, para la Margarita turística. 

Por Simón Peraza Lazarde
@sapl42

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