Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

jueves, 12 de octubre de 2017

Celebrar la raza

Encuentro de dos mundos, día de la raza, resistencia indígena o descubrimiento de América, todos son nombres que intentan etiquetar el origen del gentilicio, un sentimiento nacional, una carga de ADN mixta, un poquito de cada estirpe.

Este tema, muy popular en el discurso del gobierno de turno, ha permanecido como parte de la sectorización de la población, intentando una vez más dividir Venezuela, fragmentar la Venezuela de genética mixta para sus fines.

Tan cierto es, que nuestro origen no es únicamente español, como tan cierto es, que no somos indígenas, tampoco negros. Somos la unión de varias generaciones de esas razas, que no han sido puras desde hace muchos años y seguirán mezclándose.

El origen de esta raza no es solo indio, no es solo negro y no es solo español; por eso,  apartar una u otra raza para satisfacer deseos políticos y fragmentar a la población con falsas teorías es un gran error, es crear grietas en la sociedad que nada aportan al desarrollo nacional.

Los españoles llegaron a estas tierras, compartiendo con nativos, justicias e injusticias; así mismo trajeron con ellos esclavos negros, todos involucrados en el nacimiento de la historia. Posteriormente, el imperio español que dominó por muchos años el territorio venezolano, cayó por la justa independentista, hecho de orgullo para toda la población sin excepción, pero es imposible ocultar, que España dejó en la gente una carga de cromosomas considerable y costumbres hechas nuestras, como el idioma y la vestimenta, que al igual que las lenguas indígenas o el baile de tambor pertenecen al venezolano. 

Libertad al conmemorar esta celebración es el mejor homenaje que puede hacerse como sociedad que cada día se nutre de más linajes; portugueses, italianos, árabes, chinos, entre otros, aportan matices a la raza. Tildar una fecha como celebración indígena, negra o blanca, sería discriminar a los forjadores de la historia, historia que celebra cada 12 de octubre, la raza mixta.  

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

sábado, 12 de agosto de 2017

Historia de otro

Quitar del camino a Simón Bolívar es imposible, no porque no quieran, sino porque no pueden. La majestuosidad de "El Libertador" no podría ser erosionada. Su semblante ha estado escrito y avalado, no solo por la historia, sino por la comunidad internacional que reconoce en él, uno de los hombres más importantes cuando de procesos independentistas se habla.

Apoderarse de Venezuela bajo un esquema comunista, tendría como necesaria medida, esconder al prócer constructor de la república o buscar una historia que no perjudicase el legado de Bolívar.

Está claro que Bolívar, no tiene el perfil ideal que desease exhibir la revolución comunista que gobierna en Venezuela. De poder escoger, seguramente hubiesen preferido otro con perfil menos elitesco para no quitar coherencia a su discurso de falsos plebeyos para plebeyos.

Se afirma en varios textos de historia, que Bolívar, rico de cuna y con una carga genética española dominante, estuvo desde pequeño bajo el cuidado y la crianza de Matea, trabajadora de tez oscura que servía a la familia, hechos que describen claramente la posición social de “El Libertador”.

Intencionalmente olvidado o no, ha sido obviado también por estos gobernantes con ánimo de historiadores, que los españoles al partir de Venezuela dejaron una raza mixta que no deja de parlotear en perfecto español o castellano, elemento ese que pudiese utilizarse positivamente, sin embargo, –el único recuerdo aceptado, es el saqueo de riquezas-, ejemplo utilizado frecuentemente en discursos para cultivar odio.

Tortuoso camino debían emprender para destruir el sistema. Esos gobernantes, enjaulados en preceptos nacionalistas, bolivarianos, cubanos y comunistas, es decir, una mescolanza de ideas, aderezadas por el resentimiento, tenían un gran reto para consolidar su proyecto importado.

Reeducar, cambiar, confundir, tergiversar y menospreciar la historia, han sido métodos para desmantelar la república democrática progresivamente y ensamblar el estado comunista traído desde La Habana.

Agrégale una estrella a la bandera, cambia la posición del caballo en el escudo, modifica la constitución, agrégale poder popular a los ministerios, utiliza bolivariano como apellido, oficializa el día de la resistencia indígena, trae unos personajes nuevos que alabar, y más, son el origen de un culto, una secta que grita -así es que se gobierna-.

La retórica del gobierno actual, fue direccionada cual dardo para punzar comunismo y tiranía, por un tiempo escondido como socialismo y democracia; contando historias de falsos próceres, exaltando héroes sin mérito, agregando historias foráneas que no comparten vinculo alguno, en fin, una historia de otro.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

sábado, 5 de agosto de 2017

Más poder para el pueblo

Quien gobierna tiene el poder, tiene la facultad de planificar para ejecutar, para hacer o corregir y hasta para fracasar, de eso se trata el poder del ejecutivo, es su esencia. En tiempos recientes con intenciones desconocidas, el ejecutivo se ha valido de la retórica para disfrazar su tenencia de poder. A veces, el poder lo detenta el ejecutivo quien con voz militar, sin ser militar ordena; otras veces, lo tiene el pueblo por orden del ejecutivo, quien en su facultad ilimitada para exponer en medios, aprueba para el pueblo lo que él, ya había ordenado.

"Más poder para el pueblo". Refleja esta frase la consigna trillada, que utilizada por casi dos décadas, sigue siendo usada como panacea gubernamental. Planes y estrategias amparados en la figura de pueblo son promocionados como llave maestra para cualquier cerradura, para solucionar los males - que solo causan otros – y para justificar cualquier acción fuera de la constitución. 

El poder popular, una coletilla anexa a nombres institucionales o campañas publicitarias, lejos ha terminado de ser una atribución de fuerza para el populacho. La verdad es que en el papel dice popular pero en el ejercicio, en los hechos, el poder lo tienen solo los creadores de esa campaña.

De muestra un botón, la parodia burlesca de un evento electoral "constituyente" fue promovida por la voz presidencial en usurpación de la soberanía popular pero firmada bajo el lema "El pueblo quiere el poder", entonces:

¿Quién tuvo el poder por 18 años?

¿El pueblo no ha tenido el poder?

¿Quién tendrá el poder ahora?

Quien escribe o usted lector podría dedicar un momento para hacer otras preguntas, aunque la claridad no amerita linterna. El poder lo han tenido y lo tienen los autores del lema todo uso, "más poder para el pueblo".

¿Por qué ahora sería distinto?

Mientras detentan el poder, los pobres no tienen ni más poder ni poder, pues siguen siendo pobres; la clase media tampoco tiene poder, ella no existe, obligada ha migrado a la pobreza; y los ricos, -ser rico es malo-, ellos son una clase privilegiada que en nombre del pueblo a diario visten de traje en cadena de televisión, bajan de camionetas valoradas en salarios mínimos de un venezolano por dos o tres reencarnaciones, para ofrecer a cambio de mantener el poder, más poder para el pueblo.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

sábado, 22 de julio de 2017

El comodín electoral

Garantizar el derecho al voto libre, directo y universal es una coletilla muy democrática que se lee en muchas constituciones, en la venezolana no es la excepción; es una frase de moda que suena en voces varias de la política nacional. Con insistencia la usan para que no le quede duda, ni a ti, ni a él, ni a persona alguna, del ejercicio –democrático- de votar.

La existencia y asignación de funciones para garantizar un proceso electoral, atribuidas a un órgano, no son suficientes elementos para conformar ese proceso. La independencia e imparcialidad del órgano electoral son requisitos para garantizar un proceso verdaderamente democrático.

En los últimos años, el sistema electoral de Venezuela ha sido impulsado por voceros y propaganda gubernamental como un sistema electoral automatizado y confiable, al que todos los venezolanos pueden asistir para expresar su aprobación o no de las gestiones gubernamentales.

Las elecciones parlamentarias y su resultado adverso al gobierno, cambió el escenario. El derecho al voto dejó de ser garantizado cuando la derrota se hizo una realidad posible llegando a inevitable. Las elecciones regionales fueron suspendidas y silenciadas; el referéndum revocatorio, pieza vendida como elixir democrático de la constitución desde su nacimiento hasta su pubertad, fue primero, entorpecido con una recolección titánica de firmas, para posteriormente ser suspendido bajo artificios legales.

Coincidencia, ambos procesos conducían a la pérdida de cuotas de poder, pero perder, dejar o abandonar el poder, no es parte del plan del gobierno actual; por ello, garantizar el voto dejó de ser un derecho de todos, para ser un comodín de pocos. Como si de ¿Quién quiere ser millonario?, se tratase: 

¿Consulta a la audiencia o llama a un amigo? 

El gobierno unilateralmente decide como mantener el poder.

¿Votar o cual comodín usar?

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

viernes, 14 de julio de 2017

El baile del poder

El significado de bailar, un acto antiguo que en distintas épocas ha sido parte de la vida de las sociedades. Todas las razas bailaron, bailan y bailarán. Los movimientos de bailes son sinónimos de celebración y alegría.

En el cine es común ver escenas de bailes; niños, jóvenes y adultos bailan, indios bailan alrededor de una fogata; negros al sonido del tambor y los blancos un vals con mucho menos o nada de ritmo, pero en común todos son felices, tienen razones para celebrar bailando.

Hace unos días con motivo del Juego de Estrellas del Béisbol de Grandes Ligas, le rindieron homenaje a Luis Aparicio, quien mérito de sobra tiene, pues fue un exitoso pelotero y mejor persona, así lo demuestran sus palabras: "Gracias a la MLB por el homenaje en el juego de las estrellas pero no puedo celebrar mientras los jóvenes de mi país mueren luchando por ideales de libertad".

Luis Aparicio no iba a bailar, quizás iba a reír, a llorar y a compartir con familiares, amigos y fanáticos pero decidió no hacerlo, por respeto, por el momento histórico que se vive prefirió no celebrar. De eso se trata el respeto, ese un valor que pocos tienen y que algunos vociferan tener.

Después de varios años de crisis progresiva, con venezolanos muriendo en hospitales, por el hampa, por el hambre; y otro grupo no menos grande, muriendo por la libertad, los venezolanos de bien no tenemos razones para celebrar y menos para bailar.

Quienes bailan en cadena mientras reprimen, torturan y matan, son los mismos gordos que justifican el peso corporal actual, como una dieta saludable libre de refrescos que la gente no puede comprar; quienes bailan por la fiesta constituyente de la "paz" son los mismos que negaron el revocatorio a la ineptitud, a la corrupción gubernamental; los mismos de ser rico es malo pero cenan en los mejores restaurantes de Nueva York, los mismos que seguirán bailando por el poder.

Simón Peraza Lazarde

@sapl42


miércoles, 14 de junio de 2017

Miseria progresiva

La progresividad en los derechos es uno de los elementos que caracteriza nuestra vigente constitución como garantía frente a propuestas que traen el retraso como norte. Ese principio ha estado escrito allí, en su artículo 19, como característica de los derechos humanos de cada ciudadano que debe garantizar el estado. Ahora bien, el problema no es lo que diga la constitución, sino como lo interpretan,  la conveniencia del intérprete.

Un ejemplo fresco, es el alegato de progresividad mencionado ante un proceso electoral sectorizado que excluye a la mayoría poblacional, olvidando la universalidad para dejar en pocas voces la decisión del contenido de un nuevo texto constitucional, dejando a discreción de quien ha hecho la convocatoria, la postulación y escogencia, es decir, quien paga también se da el cambio.

Dentro del mismo proceso que se hace referencia en el párrafo anterior, se omite la consulta previa a la población, la pregunta: 

¿Quieren ustedes una nueva constitución pueblo amado? 

Para quien propone la Asamblea Nacional Constituyente, obviar la pregunta es un elemento de progresividad, que le evita al pueblo la pérdida de tiempo -para alcanzar ahora La Paz-, la patria socialista o cualquier otra falacia que permita retener el poder. Como si no fuese suficiente progreso en el retroceso de la democracia, hay personas que valen más que otra. Si, algunos tienen dos votos y otros uno.

El salario menguado por la inflación; el hospital donde en alguna época hubo medicamentos, gasas y médicos especialistas; los alimentos que comprabas cuando querías y no cuando podías; por solo nombrar algunos otros ejemplos no electorales, son derechos constitucionales todos, para nada progresivos en la Venezuela de hoy.

Progresar es avanzar pero mejorando. Ni la elección sectorizada, ni el salario disfrazado de bono de alimentación para no incidir en las prestaciones, ni mucho menos las cajas o bolsas Clap, son ejemplo de progresividad, pero si medidas que quieren hacer permanentes. Quienes hoy necesitan una nueva constitución buscan garantizar más poder por más tiempo, amparándose en falsos supuestos de progresividad, avanzando a un único destino, la miseria.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

domingo, 4 de junio de 2017

Silencio cómplice

Si me nombras, desaparezco. El silencio. Dice una frase tomada de una reconocida película. "Si lo que vas a decir, no es más importante que el silencio, entonces, no lo digas", otra conocida frase.

El silencio da tranquilidad, crea un ambiente para crear, innovar, descansar, pensar y muchas otras cosas más; de allí que sean muchas las frases alusivas a tan preciada palabra. "Si lo que vas a decir no es más importante que el silencio, entonces, no lo digas". Así de grande puede ser el silencio cuando se utiliza de forma beneficiosa; pero: ¿Cómo podría usarse el silencio para que no produjese beneficio?

El silencio de quienes prefirieron ganar 1 dólar por hora de trabajo, recolectando frutas en los Estados Unidos que iniciar una huelga y reclamar un salario justo por miedo a consecuencias. Puede considerarse beneficioso, si lo que pretendes es proteger tu vida de la muerte, podría alguien pensar que si, pero si preservas tu vida recolectando frutas, ganando un salario que apenas te alcanza para morir lentamente, entonces el silencio se hace cómplice.

En Venezuela, el silenció ha sido parte de la función interpretada en rol principal por los fieles al "Socialismo del Siglo XXI", etiqueta que no es motivo de discusión en este breve escrito, funge como mera identificación de los actores. El silencio ante los atropellos a quienes piensan distinto, el silencio ante la injusticia notoria en procedimientos judiciales, el silencio que calla para mantener un puesto de trabajo, es decir, el silencio aprendido, obligado, como autocensura que facilita la permanencia del mal.

El terror se oculta tras el silencio de muchos que prefieren no meter sus manos por miedo a perder un dedo, aún cuando muchos otros han perdido su brazo. El silencio ha sido cómplice de un régimen que apunta a alcanzar dos décadas de progresivo sufrimiento con éxito. No decir, no hacer, simplemente ignorar, facilita la estancia del mal, quien ante la falta de razón busca en el silencio de otros un cómplice..

Simón Peraza Lazarde
@sapl42


"Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada”. 


Edmund Burque

martes, 16 de mayo de 2017

No más mesías

Los salvadores no se anuncian, algunas personas dan lo mejor de ellos sin recibir nada a cambio y sin hacer daño a otros, sin propaganda... Mandela por ejemplo, salió de su largo e injusto encierro y logró unir a un país; un futbolista ídolo de generaciones alegra la vida de niños y adultos con cada gol; el músico que compone, canta o toca algún instrumento; quien escribe una novela haciendo soñar ó el médico investigador de curas contra enfermedades; son esos los salvadores merecedores de agradecimiento y más.

Distinguir verdaderos héroes no es tarea fácil para algunos, por ejemplo: Algunos a falta de amor familiar, ven héroes y adoración en el uniforme militar. El camino por la vida va mostrando personalidades que embaucan con irrealidad, mentira y falsas esperanzas; sucede a diario en la política, nos venden la imagen de un ser omnipotente que hará del mundo mejor.

Un presidente no es un mesías, es un sujeto -que temporalmente- debe dirigir los planes para cumplir objetivos, hechos reales sin maquillaje comunicacional. Un presidente debe estar siempre bajo el ojo público que pueda vigilarlo, interpelarlo, que sea posible demandar de él, una buena gestión que garantice el buen vivir ciudadano; simple, maneja el dinero de todos.

Ni un gobernador, ni un alcalde, ni un presidente son mesías, y aunque claro está para algunos, vale la pena dedicar unas líneas para insistirle a quienes así, no lo ven; a los que endiosan políticos, hechizados por la propaganda de un partido, bajo un falso mérito, la adoración a un supuesto mesías.

El diccionario Oceano, define la palabra mérito, como: “Circunstancia, cualidad o acción por la que alguien merece cierta cosa deseable”. Así de sencillo se lee, por ello, un investigador que descubre una cura, el goleador de tu equipo favorito, el músico que compone melodías, el escritor que narra historias; todos ellos y su éxito, tienen mérito, son dignos merecedores de aplausos y aprecio. 

Lo contrario al éxito es el fracaso, cuando de directores se trata, en el deporte hay ejemplos. Sea béisbol, fútbol u otro; una racha negativa de derrotas es causa de despido o renuncia, dependiendo del grado de conciencia; ahora, cuando de presidente se trata, con país destruido y una sociedad que sufre como gestión, el despido también toca la puerta para el falso mesías.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

jueves, 4 de mayo de 2017

Reglas de juego

Los deportes tienen normas, los deportistas así lo entienden y los aficionados lo saben. Poco o nada gustaría ver un partido de fútbol donde tu equipo favorito comienza con 3 goles en contra, inicia con 2 jugadores menos o detienen el encuentro para que el árbitro cambie las reglas; y así, satisfacer a uno de los conjuntos.

En la vida de un país también hay normas, para resguardar derechos, indicar deberes, mantener una estructura lógica de estado que perdure en el tiempo, que resguarde el interés de la sociedad, donde todos los involucrados estén en igualdad de oportunidades.

La lectura del párrafo anterior puede mostrar una utopía, -si lo contrastamos con la realidad venezolana-; lo mismo sucedería al comparar un artículo constitucional alusivo al derecho a la alimentación, al trabajo con salario justo, derecho a la vida o el derecho a elegir en el escenario nacional. De eso ha tratado la revolución bolivariana, un constante juego de contraste, entre la prédica y el hacer, entre las bases normativas y el proceder gubernamental, entre el bienestar simulado y la miseria social.

Muy a pesar de su llegada al gobierno, gracias a elecciones libres, fundadas en la claridad,  juego limpio y democrático, han desechado la estructura democrática que los catapultó, dejando en evidencia y trayendo a colación permanente su verdadera esencia, el golpismo; aquellas intentonas de los años noventa en la que participaron activamente la mayoría de los íconos revolucionarios que dirigen la cúpula untada de poder.  

Al día de hoy, el juego de iguales que caracteriza una democracia en Venezuela terminó; permanece como un hecho histórico que solo existe en la memoria y en otras latitudes. Normas a conveniencia y artimañas para evitar elecciones, elemento este primordial de una democracia, están a la orden del día.

Revocatorio clausurado, elecciones vencidas, actualización de partidos en fecha electoral, órgano electoral con miembros sin renovación, inhabilitación de políticos opositores, imputación de delitos, excusas, omisiones; y recientemente la constituyente fundada en la desesperación de quien se ahoga, son argucias delictivas de un gobierno que teme perder el poder y sus consecuencias penales.

En Rebelión en la granja una novela y fábula escrita por Eric Arthur Blair bajo el seudónimo de George Orwell durante la tiranía del régimen soviético, los animales de una granja expulsan a los humanos y crean un gobierno de animales. Al comenzar la revolución animal, existía una norma expresa, irrevocable y de obligatorio cumplimiento: “¡Cuatro patas sí, dos patas no!”, frase en alusión al rechazo a los humanos. Los cochinos quienes se consideraban superiores y encabezaban la cúpula rectora de la granja, a espaldas del colectivo animal, utilizaban prendas, camas, bebidas y adoptaron hasta el caminar humano a dos patas, por lo que al ser descubiertos, decidieron cambiar las reglas de juego.

 ¡Cuatro patas, sí; dos patas, mejor!  

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

Libros y extractos

Libros 


Extractos 

Breve perspectiva histórica de la apelación -  Susana Oromí - Descarga Aqui

Recurso de apelación - Omar Benaventos - Descarga Aquí

sábado, 22 de abril de 2017

¿Cómo pasar una alcabala sin que te detengan cuando vas a surfear?

La respuesta más sencilla sería, no se te ocurra ser surfista en Margarita. Ir a la playa a practicar un deporte que por cierto tiene importantes exponentes en nuestra región, es un acto para el criterio de la policía estadal (uniformes azules) que roza el delito. Llevar una tabla de surf dentro o en el techo del carro, es suficiente causal para ser detenido en una alcabala - y ser tratado cual delincuente más buscado-, pues se aplica a la perfección el nuevo precepto del derecho, utilizado por los uniformados: Presunción de culpabilidad.
- A la derecha
- Bájese del carro
- Voltéese y péguese contra el carro
- ¿Tienes droga en el carro?
- ¿Consumes algo?
Foto: CORTESÍA EL SOL DE MARGARITA
Sucede cualquier día de surf en Margarita, viajes solo, con amigos, con tu familia, con tus hijos, mientras sea visible la tabla de surf, serás detenido e injustamente tratado, recibiendo, además frases como las siguientes:
- Esto es un procedimiento normal.
- El 80% de los surfistas son drogadictos.
- Si no te gusta entonces no vayas a la playa.
- Yo no te conozco, que sé yo si eres un delincuente por eso tengo que revisarte.
- Nosotros también paramos viejas, no solo surfistas.

Tristemente, estas prácticas policiales son rutina de los uniformados (azules). En otros países del mundo, el surf es parte del turismo, y la policía amablemente interactúa con quienes lo practican. En Margarita, es una cotidianidad la discriminación y el trato prejuiciado para con personas que tienen este deporte como un hobbie, complemento de vida para venezolanos, médicos, ingenieros, abogados, entre otros, que disponen horas para el esparcimiento en una actividad al aire libre.
Ahora bien, en atención a las frases que puedes escuchar de los funcionarios, es interesante reflexionar: La detención y revisión repetida, es un procedimiento denigrante, no normal; Un porcentaje alto de policías están involucrados en delitos, ¿Quién las revisa?; Las playas son públicas, ¿no?; ¿No conocer a una persona es suficiente razón para dar pie a estas actuaciones?; El lenguaje de un agente debe referirse con respeto a cualquier ciudadano, los adultos, abuelos o ancianos también merecen ese respeto.
Como venezolano, margariteño, como un ciudadano más, como surfista eventual, como profesional, como hijo de alguien y padre de mi hija, en mi nombre y de todos aquellos colegas que son detenidos bajo prejuicios e inexistentes presunciones, por haber descubierto en el surf un deporte que es vida, exijo respeto a la dignidad humana en estas horas, donde Venezuela necesita rescatar el civismo y los valores humanos.
Simón Peraza Lazarde
@sapl42

lunes, 10 de abril de 2017

Educación de calidad

Sin duda alguna la educación es pieza principal para lograr el desarrollo y el bienestar de la población de un país. Es una realidad, mejor educación, mejores ciudadanos, una parte considerable de la sociedad venezolana así lo reconoce, y confía a pesar de las dificultades, acudiendo a escuelas, liceos y universidades.

La educación es un acto de civismo que requiere calidad para garantizar su éxito, éxito que se materializa con la formación de individuos verdaderamente independientes de pensamiento que pese a las dificultades con tempestades políticas, económicas y sociales, pueda mantenerse de pie, exigiendo calidad educativa.

A modo de ejemplo, la película nominada a los Premios Oscar “La Reina de Katwe”, basada en hechos de la vida real, muestra como la enseñanza del ajedrez a niños alejados de las escuelas y que trabajan desde temprana edad por dificultades económicas y carencias familiares, encuentran en el juego de estrategia una pasión, y en su entrenador una figura de respeto que les enseña además del juego, valores, disciplina, responsabilidad y amor. Todos estos niños lograron a través del ajedrez como parte de vida, alejarse de la calle, soñar con el éxito y alcanzar becas para la escolarización.

 

Si bien la trama de esta producción no identifica la responsabilidad política de un gobierno, si se evidencian las diferencias sociales existentes en el país de África, Uganda. Las dificultades de un alto porcentaje de la población, que no solo no acude a la escuela, sino que, no tiene motivación alguna en su grupo familiar por el estudio.

 

La crisis, las necesidades y familias sin estructura obligan a que desde muy temprana edad los niños deban trabajar dejando a un lado su derecho y deber de acudir a la escuela en países marginados. No es mera coincidencia que los países más avanzados, con mayores satisfacciones personales y sociales, tengan los mejores índices educativos, educación con objetivo de integridad y libertad de pensamiento para sus individuos.

 

Simón Peraza Lazarde

@sapl42

 

 

 



miércoles, 1 de marzo de 2017

Rasgo de subdesarrollo

De la lectura "Usted no sabe quién soy yo" de Iñigo Domínguez, publicada en el portal web “El País Semanal”, acerca de la importancia de saber a quién tienes delante tuyo, es decir, la importancia de la persona con quien estés tratando, es muy fácil identificar similitudes con la simpatía común del venezolano antes de ser atendido por algún funcionario o trabajador de una empresa. 

Una regla nacional en ésta época que nos tocó vivir, ante cualquier trámite es conocer o tener un amigo de un amigo que puede ayudar a conseguir -a tiempo- una solución para los problemas, situación que también aplica si quien actúa es una figura conocida. Aunque crea usted, este un carácter único de nuestra venezolanidad, no lo es; diversos estudios revelan que es una situación para nada excepcional en los países no desarrollados.
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El trato amigable, informal y sonriente para con los funcionarios, parece tener que ser una regla general si quieres obtener resultados favorables y oportunos en el territorio nacional. Según el artículo mencionado inicialmente, en Italia es igual y es la excepción entre países europeos, cuenta el autor del texto, que más bien la regla en casi la totalidad de Europa se lee de la siguiente manera "Ser antipático es sinónimo de progreso", es decir, no importa si usted dice o no los buenos días, si conoce o no quien está enfrente de usted, el funcionario está en la obligación de dar respuesta oportuna, está ahí para cumplir funciones sin importar si fue o no saludado, o si es amigo o conocido.

Respeto a la legalidad es el asunto, parece haber entonces distinción entre los individuos que conforman una nación. En los países alejados de los patrones de legalidad y de muestra Italia, reconoce el autor del texto que aplican preceptos mafiosos como: "Es la teoría de la Tierra Media, los vivos encima, los muertos debajo, y nosotros estamos en el medio", es decir, aquellos privilegiados en la cúspide del poder están vivos, aquellos sin jerarquía, renombre ni poder alguno están en el sótano y por último, los del medio, aquellos que sin ser de renombre tienen la capacidad para hacer y resolver.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42 

viernes, 20 de enero de 2017

Justicia mágica #TSJ

El Tribunal Supremo de Justicia tiene una varita mágica. Mi bella genio que desaparecía y aparecía con gran facilidad, Aladino y el genio de la lámpara, Harry Potter y su magia, todos tienen en común la capacidad de convertir y cambiar las cosas. La magia es un arte, el TSJ hace arte con sus expeditas decisiones que interpretan la constitución a diestra y siniestra.

Con la llegada de la nueva Asamblea Nacional, la magia negra judicial aceleró su actuación. La velocidad para crear y pronunciar decisiones solo puede ser comparada con la cantidad de cadenas presidenciales de radio y televisión. Los pronunciamientos de este órgano elegido por voto popular con gran margen dejó de la noche a la mañana de ser democrática, casualmente también dejó de ser roja. 


De pronto, la mejor constitución bolivariana ha requerido interpretaciones desde el máximo tribunal para hacer legal lo que no es y hacer ilegal lo que sí es legal. Recientemente han necesitado explicar que una persona con doble nacionalidad debe renunciar a una de ellas, para entonces ser elegible como presidente o vicepresidente, muy oportuno análisis; también sería oportuno que agregasen la obligatoriedad de exhibir las actas de nacimiento y la renuncia a la nacionalidad de los postulantes u ocupantes de los cargos.

Pero es que también hubo magia con el revocatorio. El hijo más preciado de la constitución, el referéndum revocatorio, la facultad novedosa del texto constitucional expresada por la soberanía popular, el derecho a despedir a quien falló en el ejercicio de su cargo fue también suspendido por supuesto fraude denunciado ante tribunales penales siendo esto una competencia electoral.

Lo último del TSJ fue decretar constitucional los estados de excepción teniendo su motivación en la consecución del bienestar ciudadano aún cuando desde el primer decreto, el hambre, la inseguridad y el caos económico sean evidentemente mayor. Falta que los juristas del horror criollo declaren la constitucionalidad del hambre, la motiva podría ser que estábamos comiendo mucho y que debemos apreciar lo poco que tenemos, mientras en cadena nacional el presidente constitucional se hace ver más gordo cada día y comenta estar alimentadose bien.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

domingo, 8 de enero de 2017

¿Justicia o injusticia?

La celeridad procesal es uno de los principios del debido proceso en los sistemas judiciales constitucionalistas. El ordenamiento jurídico de Venezuela fundado en la supremacía constitucional no está exento del principio –al menos así está escrito en sus hojas– aunque la garantía de la consecución de una respuesta oportuna a las solicitudes ante la administración de justicia que se generan en la geografía nacional quedaron a deber.

Los procesos y órganos creados por ley, estropeados por burocracia, omisión, negligencia, irresponsabilidad y más, han negado la obtención de justicia. La justicia no puede ser llamada justicia si no es oportuna, si la celeridad no está garantizada, veamos un ejemplo:

Aquellos quienes han son detenidos bajo la presunción de inocencia, un precepto que suena tan bien en los pasillos de la escuela de derecho, permaneciendo por años privados de libertad en espera de iniciar un proceso judicial y luego un tortuoso camino hasta alcanzar una sentencia sin importar cual fuere la decisión ¿habrá obtenido justicia o injusticia? 
 
Hablamos de años, no de minutos cual serie de televisión que inicia con la detención del presunto delincuente y a la vuelta de los comerciales inicia el juicio. En la administración pública también sucede, consignar una simple solicitud de información, puede tener una respuesta en la distancia infinita o del nunca jamás.

En la comunidad vasca o país Vasco en España una causa de retraso en los procesos judiciales emana del uso del idioma. Un proceso judicial que duraría un año en español podría durar hasta tres por el uso de la segunda lengua de esta comunidad, el euskera. Por suerte Venezuela tiene como lengua oficial en los procesos judiciales el castellano aunque en ocasiones especiales pueda requerirse el auxilio de intérpretes para lenguas extranjeras.

Este idioma hablado por una importante representación de ciudadanos dentro de la comunidad puede ser preferido al momento de interponer una denuncia o una demanda pero que no garantiza la celeridad. El minoritario número de funcionarios bilingües, la cantidad de documentos por traducir, el nacionalismo vasco y la defensa de su idioma se convierten de la mano a la voluntad personal de uso judicial del euskera en traba para la obtención de justicia oportuna como debe ser.

En Venezuela a diferencia de la región española, la celeridad de la justicia no depende de quién formaliza denuncias, solicitudes, demandas, en un segundo idioma oficial, un único idioma por suerte no suma al caos judicial nacional que necesita ética y voluntad para cambiar su difícil realidad;  como manifestase en su oportunidad la abogada y profesora Antonieta Garrido: “Ciertamente nuestro Estado Social de Justicia y Derecho, se encuentra profundamente resquebrajado, sus grietas son tan oscuras y profundas que creo que difícilmente los que estamos aquí podamos tener tiempo de verlas sanadas”.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42

Para leer más del euskera en la justicia vasca el siguiente link: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/07/18/paisvasco/1405710308_832260.html