Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

martes, 28 de junio de 2016

Validación titánica y tiránica

Los venezolanos seguimos luchando contra un grupo maligno que utiliza las peores artimañas para mantener el poder en beneficio propio. Lejos ha estado -y seguirá estando- el Gobierno Nacional de ser definido como demócrata y humanista, por mucho que se inventen procesos electorales y falsas campañas para lavar su imagen.
Una vez más la dignidad del venezolano ha sido pisoteada por la perversidad de quienes detentan el poder en el proceso constitucional que, intencionalmente, ha sido dilatado con validaciones, días hábiles y retardos varios para evitar revocar a un funcionario que vergonzosamente sigue truncando el destino para un buen vivir ciudadano. 
El verbo "validar", según la definición de un diccionario cualquiera, es dar fuerza o firmeza a una cosa. En el ámbito del derecho, la presencia del ciudadano y su cédula de identidad bastan para un posterior y simple reconocimiento de validez a su firma.  
La aceptación de validación de una rúbrica como acto de voluntad propia debería ser un proceso sencillo, pero las tiranías tienen sus métodos; una máquina que decide a quien procesar, después de recoger en primera instancia un número de firmas necesarias, es parte de un tortuoso camino que aún teniendo el sistema electoral más moderno que se haya visto en el mundo, hace increíble el proceso.
Parece un mal chiste, es una vergüenza, que el documento de identidad expedido por uno de los organismos promovidos como un gran logro del Gobierno, el nuevo Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), no pueda servir para cotejar la firma de un ciudadano.
Es el caso que para cumplir con un proceso supuestamente democrático, el derecho a elegir (un derecho político consagrado además como derecho humano), también deba una persona permanecer hasta 14 horas, consecutivamente, bajo sol o lluvia, noche y día, sin que esto garantice el ejercicio de su derecho. 
Además, y aunque para algunos poco parezca, el supuesto respeto a los electores y en especial a los adultos mayores (ese que se defiende con el pecho erguido y se pregona en consignas), no existió. La tercera edad hizo su cola, algunos hasta el bastón llevaron para sostenerse hasta llegar frente a la capta huella... una maquina que decide.
Mal trato de funcionarios, civiles ordenados y tratados como subalternos militares y una moderna máquina suprimieron los derechos de miles de seres humanos que, otra vez, el gobierno no protegió. “Señora usted ha hecho mucha arepa, por eso se le perdió la huella (...) qué estaría haciendo con esa mano”, le insinuó una "adiestrada" funcionaria sin reservas y sin dolor a una señora, una adulta mayor que pudo ser su abuela.
Otra dama que no pudo validar su firma se preguntaba entre lágrimas: "¿Será que los viejos no existimos?" Al parecer las malas intenciones y las máquinas valen más que la cédula de identidad y su titularidad para demostrar presencia y existencia... valen más que la palabra para corroborar y aceptar la voluntad de revocar al opresor.
Simón Peraza Lazarde
@sapl42


jueves, 9 de junio de 2016

Tierra de talentos por @doctormadrid

Leo en algún portal web que lo mejor del talento venezolano se ha ido, que Venezuela se ha quedado sin gente preparada y que por ello no hay futuro. Tales afirmaciones las leo mientras me preparo para ir a trabajar, viendo en el ínterin, la entrevista a un estudiante que decidió marchar y que lleno de sueños se expresa con un nivel de preparación que asombra para su corta edad. Ese estudiante está marchando hoy en Venezuela, el mismo país desde el que leo la noticia y por el que, tanto el estudiante como yo hemos decidido luchar. 

Justo al salir de mi casa llega un mensaje a mi teléfono, la reunión científica de hoy impresiona, de altísimo nivel. Se expondrán grandes ideas, esa reunión también es en Venezuela. 

Casi de inmediato, otro mensaje entra, un dato sobre ese nuevo restaurante donde el chef esta reinventando la comida criolla y haciendo magia con los sabores de nuestra tierra. Ya en el carro, enciendo la radio y escucho sobre el legado del Maestro Jacinto Convit, quien vivió y murió por y para el país que amó. Sus investigaciones continúan con su equipo de trabajo y eso está pasando en esta pequeña Venecia. 

Reduzco la velocidad al pasar por una edificación de vidrios amplios donde cientos de niños, armados con instrumentos y partituras están haciendo gala de magistral ejecución. ¿Quién no ha mezclado lágrimas y sonrisas al escucharlos? 

Ya al llegar, veo a todo el equipo con el  que trabajo, personas honestas, preparadas, inteligentes y luchadoras que también decidieron quedarse y apostarle a Venezuela; y allí reafirmó que nuestro país está lleno de talento.

Muchos han partido, no lo dudo, pero negar los que se quedan, es no entender a Venezuela. Quien se lleva su talento lo hace por una decisión personal. No es criticable querer buscar un mejor futuro afuera, quien deja su talento en Venezuela lo hace con sacrificios, por su tierra. No es criticable buscar un mejor futuro en tu propio país. 

Sobra gente capaz en esta hermosa tierra. Tú que lees eres uno de ellos y a ti la responsabilidad de hacer de Venezuela el país que todos soñamos, al final no me sorprende los que se han ido sino los que se han quedado a luchar. Tal vez, esos sean los indispensables de Bertolt  Brecht. 

Por Anthony Madrid
@doctormadrid

Margarita, Junio 2016


martes, 7 de junio de 2016

Dicen que fue el petróleo

Unas de las tantas premisas utilizadas durante la escolaridad nacional e inclusive en la adultez son: “Venezuela es uno de los países más ricos del mundo”, “Las reservas de petróleo de Venezuela, hacen de ella el país más rico y afortunado”.  Con el transcurrir de los años de bonanza y dependencia petrolera no están estas frases llenas de coherencia con la imagen del país y con el bienestar de los ciudadanos.

En  “Epifanía del petróleo en Venezuela”, capitulo que corresponde al libro de María Sol Pérez que lleva por nombre “Petróleo, cultura y poder en Venezuela” se abre la lata del crisol petrolero que fuese analizado por autores como Alberto Adriani, Arturo Uslar Pietri y Rómulo Betancourt. Cada uno de los autores en su momento, analizan desde panorámicas políticas y económicas, el viscoso y oscuro fenómeno, el petróleo en la cambiada pequeña Venecia.

Este trió de autores reconocidos en la geografía nacional, son bibliografía referencia cuando de petróleo como elemento para la evolución o la involución de Venezuela se estudia. Adriani quien avizoró al petróleo como elemento de una economía destructiva; por su parte Pietri, actualmente muy citado y visto en la actualidad como un vidente del caos vigente, fue capaz de visualizar el desastre de la actividad petrolera sin una adecuada administración, filtrada por la corrupción; y por último Betancourt quien además de haber sido presidente de la nación, mantuvo que el interés extranjero por el hidrocarburo negro, lo alejaba del control de la nación.

Estas teorías todas tienen en su contenido cierta vigencia. Por ejemplo Adriani sostenía que la riqueza del petróleo era fugaz, no verificaba un proceso de producción capaz de alcanzar el desarrollo del país, sino que el tratamiento del petróleo era el cultivo de una economía destructiva. Favorecía Adriani a la agricultura como un verdadero socio para el presente y el futuro del desarrollo de la nación. Agrega el autor como crítica al modelo mono productor su administración por redes extranjeras, lo que también lo diferencia del modelo agricultor ejecutado y contralado por nacionales.

Siguiendo a Pietri, la siembra del petróleo, frase popular, una de las quejas vigentes del ciudadano venezolano por no haberse logrado en ninguna etapa de la historia moderna del país, con ingresos exuberantes por crudo, el ahorro para fomentar y mejorar la agricultura, actividad vista por Pietri como pilar de una economía productiva y progresiva, contrario al aspecto destructivo del petróleo como única actividad económica.

Ahora bien, Betancourt también pudo agregar elementos que se mantienen actuales cuando se hace referencia al petróleo como actividad económica. Señala Betancourt que el control extranjero como foco poder principal de la actividad, que con dinero se hace del poder con colaboración de un personaje al cual denomina el presta nombre, quien ejerce un falso poder dentro del país.

El petróleo desde su primera actividad de explotación en La Petrolia en el Estado Táchira, ha sido objeto de teorías a favor y en contra, desde aquellas en que era visto como un peligro inminente hasta las que era descrito como el elemento capaz de impulsar el desarrollo del país. Adriani resaltó, el peligro de una economía esclava a un producto que podría desaparecer en cualquier momento y resaltó la necesidad de invertir en la agricultura como única fuente real para el futuro; Pietri insistió en la utilización del petróleo como herramienta para impulsar la agricultura; y Betancourt destacó el necesario control de la actividad petrolera por nacionales y personas preparadas que evitaran la corrupción.

Este trío de visionarios con sus pensamientos estarían quizás al corriente en la actualidad. Hoy en día, ciertamente hay otros elementos influyentes en la involución de un estado dependiente del petróleo. La omisión estatal, mala inversión del dinero, políticos no gerentes, personal inexperto, descubrimiento de otras fuentes de energía, razones que se suman a la mono producción, la no inversión, la dominación de potencias y la corrupción reseñadas por los autoresque he de compartir aquí.

miércoles, 1 de junio de 2016

Una carta para Venezuela

   Agradecemos desde Venezuela que la Organización de Estados Americanos haya invocado La Carta Democrática esta vez, ha sido como descubrir que Santa no viene en trineo, no entra por una chimenea, no trae los regalos en diciembre, ni existe. Después de tantas veces escuchar y ver como venezolanos en representación de su país destruido viajaban intentando impulsar una herramienta nunca vista, pensamos era mentira.

    Escuchando posturas diversas de las últimas reuniones que intentan a la fecha buscar soluciones para Venezuela, me pregunto cómo venezolano, ¿De verdad quieren ayudar?, son tanto años pidiendo ayuda que cuesta creer, será que los miembros, representantes de los países que integran la OEA sufren del mismo mal que el gobierno venezolano, miedo a perder el poder que les permite llenar sus bolsillos, temor a no ingresar sus beneficios generados por la corrupción, narcotráfico y todo tipo de negocio o simple miedo al fuego que pudiese alcanzarlos.

    Ahora bien, dando el beneficio de la duda y pensando que todo sus miembros o al menos la mayoría de ellos están actuando de buena fe, deberían entonces proponer y solicitar al estado venezolano, fijar el cronograma para realizar un referéndum revocatorio en corto plazo que cuente con la observación internacional, la cual el Estado venezolano, supuestamente bañado y curado de democracia no ha permitido en sus casi 20 años de regencia.
  
  Que el gobierno venezolano no solicitase la aplicación de la carta interamericana no puede ser el fundamento para retrasar la aplicación de la misma. El representante de Venezuela ante el organismo, expresó: “Sería absurdo presentar un proyecto donde el país involucrado no participó”; frase a la que cualquier venezolano podría responder alegando que: Sería más que absurdo esperar que un gobierno que lleva años negando inseguridad, narcotráfico, corrupción, caos, crisis, que ha sepultado principios constitucionales con acciones y omisiones como la negativa a recibir ayuda humanitaria para solventar la crisis salud o la dilatada  activación del referéndum revocatorio, quiera ser definido abiertamente como régimen, como un sistema no democrático con sus pilares socavados.

  Es necesario para quienes integran actualmente la OEA, recordar que Venezuela no tiene días, meses, un año o dos, sufriendo por un gobierno y un sistema fracasado que hizo más pobres a los venezolanos, que ocasionó la peor crisis alimentaria que pueda recordarse y que causó la migración venezolana más importante en la historia, la de venezolanos que no querían irse de su país y sumando.
  
   La crisis nacional venezolana tiene muchos años, el gobierno actual ha buscado culpables en todos los rincones, oposición, empresarios, golpistas, países varios, invasiones, economía mundial, el fenómeno el niño, entre otros. Corresponde a los miembros de la OEA recordar las negociaciones estériles, diálogos internos, diálogos con mediadores, con ex presidentes como testigos que se han efectuado con el gobierno venezolano durante sus casi dos décadas de gobierno en los que por cierto, nunca han asumido culpabilidad en alguna de las injusticias, penurias y tristezas que viven los venezolanos.  
   
  Ahora que la OEA ha mostrado la carta interamericana que no gusta al gobierno venezolano, con la que se dispone visibilizar la realidad de un gobierno no democrático, aferrado al poder y distanciado de las necesidades de sus habitantes, no pueden dejar de incluir y exigir imperativamente la calificación de los hechos negativos accionados y omitidos por el gobierno venezolano para resolver los problemas de los venezolanos, evidenciar con claridad y contundentemente los derechos humanos flagrantemente violentados, la necesidad de liberación inmediata de los presos políticos, y la más importante, por su implicación, instar al gobierno venezolano y sus instituciones a la realización transparente y oportuna del referéndum revocatorio en el año 2016, un derecho constitucional que no puede ser objeto de dilaciones que abriría la posibilidad de escoger un nuevo gobierno que permita cambiar el sistema actual y sus controles que siguen perjudicando fatídicamente a todos los venezolanos para garantizar así, el único acto de mediación posible.