Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

viernes, 8 de abril de 2016

El hambre como control

Desatinadas, fracasadas y criminales han sido las políticas de controles que ha ido agregando el gobierno nacional al ciudadano común pero que al desastre corrupción de funcionarios y seguidores del régimen ni mira ni toca.

Un listado de personas inconformes con la administración vigente es utilizado como control en la contratación de personal. Solo adeptos al régimen superan la prueba  que facilita la captación de seres manipulables, método  discriminatorio repetido en las instituciones públicas del país que se acompaña con campañas de terror inducido como las amenazas con la pérdida del puesto de trabajo.

El ciudadano viajero tampoco está exento. Una larga lista de requisitos y documentos encabezan el ritual burocrático que debe seguir el venezolano que no pertenece a la élite corrupta gubernamental para comprar divisas que se asignan limitadamente.  

Esos dos controles que son solo una parte de la universalidad de alcabalas para el desenvolvimiento del ciudadano venezolano, son: La lista partidista sectaria que funge como filtro para aquellos que buscan oportunidades laborales pero no están a favor del sistema de gobierno actual y la carrera de obstáculos para adquirir moneda extranjera, estos son ejemplos claros de la realidad venezolana discriminatoria y opresora de libertades inherentes a la persona en Venezuela que desde casi dos décadas perdió su condición de ser humano libre.

Pudiésemos distinguir dentro de la cotidianidad impuesta por los delincuentes inmorales camuflados de gobernantes demócratas que sus políticas de estado están enfocadas en la consecuencia premeditada  de controlar  la sociedad para mantener el poder a toda costa, “como sea”.     
      
La inseguridad que aumenta cada año sin pesar de quienes dirigen, sin meditación que permita aplicar soluciones efectivas demuestra en casi 20 años de gobierno charlatán  y supuestamente humanista que el control y la omisión forman parte de su caja de herramientas.

El colmo del colmo alcanza hoy la salud y alimentación del venezolano. En la supuesta y más próspera revolución que hubiese existido, los anaqueles en comercios están vacíos, las neveras en cada casa tienen espacio de sobra, comedores universitarios están cerrados sin presupuesto, carteras y cuentas personales corroídas por la inflación, productos regulados desaparecidos, compras de alimentos condicionadas por numeración del documento de identidad, humillantes colas que se extienden bajo sol y lluvia para adquirir alimentos, y una nueva clase social pudiente, el bachaquero: son algunas de las políticas detestables e inhumanas promovidas en el estado venezolano.

No es mera coincidencia que el acontecer nacional vistodesde cualquier ángulo esté perjudicado por controles y conductas que para nada resuelven los conflictos de la sociedad venezolana, demostrando la intencionalidad e ineptitud que sigue socavando instituciones y desgastado al ciudadano que extenuado y cansado ahora  tiene un nuevo control, el hambre. 

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