El Tribunal Supremo de
Justicia tiene una varita mágica. Mi bella genio que desaparecía y aparecía con
gran facilidad, Aladino y el genio de la lámpara, Harry Potter y su magia,
todos tienen en común la capacidad de convertir y cambiar las cosas. La magia
es un arte, el TSJ hace arte con sus expeditas decisiones que interpretan la
constitución a diestra y siniestra.
Con la llegada de la nueva Asamblea Nacional, la magia negra judicial aceleró su actuación. La velocidad para crear y pronunciar decisiones solo puede ser comparada con la cantidad de cadenas presidenciales de radio y televisión. Los pronunciamientos de este órgano elegido por voto popular con gran margen dejó de la noche a la mañana de ser democrática, casualmente también dejó de ser roja.
Con la llegada de la nueva Asamblea Nacional, la magia negra judicial aceleró su actuación. La velocidad para crear y pronunciar decisiones solo puede ser comparada con la cantidad de cadenas presidenciales de radio y televisión. Los pronunciamientos de este órgano elegido por voto popular con gran margen dejó de la noche a la mañana de ser democrática, casualmente también dejó de ser roja.
De pronto, la mejor constitución bolivariana ha requerido interpretaciones desde el máximo tribunal para hacer legal lo que no es y hacer ilegal lo que sí es legal. Recientemente han necesitado explicar que una persona con doble nacionalidad debe renunciar a una de ellas, para entonces ser elegible como presidente o vicepresidente, muy oportuno análisis; también sería oportuno que agregasen la obligatoriedad de exhibir las actas de nacimiento y la renuncia a la nacionalidad de los postulantes u ocupantes de los cargos.
Pero es que también hubo
magia con el revocatorio. El hijo más preciado de la constitución, el
referéndum revocatorio, la facultad novedosa del texto constitucional expresada
por la soberanía popular, el derecho a despedir a quien falló en el ejercicio
de su cargo fue también suspendido por supuesto fraude denunciado ante
tribunales penales siendo esto una competencia electoral.
Lo último del TSJ fue
decretar constitucional los estados de excepción teniendo su
motivación en la consecución del bienestar ciudadano aún cuando desde el primer
decreto, el hambre, la inseguridad y el caos económico sean evidentemente mayor. Falta que los juristas del horror criollo declaren la constitucionalidad del hambre, la motiva podría
ser que estábamos comiendo mucho y que debemos apreciar lo poco que tenemos,
mientras en cadena nacional el presidente constitucional se hace ver más gordo cada día y comenta
estar alimentadose bien.
Simón
Peraza Lazarde
@sapl42