Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

domingo, 30 de octubre de 2016

Anda para La Auyama #Margarita por @avlis1000

Crónica  de lo que pasó en la Redoma del Mojón

mojón1
Del lat. hisp. *mutŭlo, -ōnis, de mutŭlus 'modillón', 'madero hincado en un muro'.
1. m. Señal permanente que se pone para fijar los linderos de heredades, términos y fronteras.
2. m. Señal que se coloca en despoblado para que sirva de guía.
4. m. coloq. Porción compacta de excremento. I
I
La concentración languidecía, el mal sonido, los discursos repetidos por una dirigencia que a veces parece superada por los acontecimientos, el sol, el calor y la falta de hidratación contribuían a ello. Empezamos la retirada con una dualidad de sensaciones: la sensación de haber hecho lo que teníamos que hacer y la desazón  que no habíamos hecho lo suficiente. Caminábamos de regreso a nuestro vehículo cuando un dirigente de uno de los tantos partidos presentes nos dijo:
-Los estudiantes van a tumbar la estatua. 
No fue necesario decir de cual estatua se trataba, miles de margariteños tenemos ese mojón atravesado en nuestro animo y albergamos la seguridad que esa estatua seguirá el destino de las cientos que en el mundo se han erigido con los mismos fines.
Peso mucho nuestra asuntina curiosidad y hacia allá nos fuimos.

II
El mismo sol que nos acompaño en la 4 de mayo nos recibió en La Auyama donde no mas de un centenar de personas de apariencia variopinta: viejitas sifrinas, estudiantes, gente de tez aceitunada y algunos cincuentones  como nosotros increpaban a la misma cantidad o mas de uniformados de diversas instituciones que custodiaban al mojon. El mismo discurso con diferentes entonaciones:
-En lugar de estar cuidando eso deberían estar buscando los delincuentes.
-Sus familias al igual que las nuestras están pasando trabajo y haciendo colas por comida.
-¿Hasta cuando permitirán esto?
-Pobres con armas reprimiendo a pobres sin armas para que los corruptos se sigan llenando. 
Lo normal en estas situaciones anormales que vivimos.
III
A los pocos minutos de estar ahí  no mas de una docena de individuos que bajaban desde la Av. La Auyama comenzaron a lanzar 
piedras a la abigarrada concentración que incluía a cuerpos de seguridad y manifestantes por lo que mal puede acusarse a los manifestantes de agresión.  La lluvia de piedras y cascajos de las construcciones vecinas obligó a los manifestantes a correr: la mayoría por la Avenida Bolivar hacia el C.C. La Vela, unos pocos se cobijaron en los edificios y Centros Comerciales mas cercanos y los agresores, quizás como una alegoría a sus confusos orígenes corrieron hacia la izquierda. 
Lo triste fue lo que ocurrió después, los cuerpos de seguridad se tornaron represores y empezaron su concierto de bombas y persecuciones solo hacia los manifestantes que se dirigieron hacia el lado derecho de la Redoma del Mojón, dejando a su libre albedrío a los verdaderos agresores que como dije antes se habían desplazado orquestadamente a la izquierda.

Colofon:
Mas de 30 ciudadanos en su mayoría estudiantes privados ilegítimamente de su libertad.
Mas tristes de lo que habíamos llegado nos marchamos en espera de una nueva oportunidad de mostrar nuestro repudio a este régimen corrupto, inútil y opresor.
Y mas triste aun. Los agresores ( o por lo menos unos que a la distancia se parecían igualitos) tornados en compañeros, terminaron en amena platica con los supuestamente agredidos miembros de los cuerpos de seguridad del estado.

A mi nadie me lo contó. Yo estaba ahí. 

Rafael Silva Figueroa 

lunes, 17 de octubre de 2016

Hora de ver #Venezuela

Cada quien es libre de creer lo que a bien tenga, hay personas que necesitan más que los pelos en la mano para detallar que el burro es negro y por eso tardan hasta una vida para reconocer lo que tienen frente a ellos.

El gobierno que actualmente dirige sin rumbo y sin proyecto pese a sus afanados intentos de seguir vendiendo la idea de un plan, que de ser cierto, es una catástrofe nacional multiplicada y evidente para una gran mayoría, realidad ajena solo a corruptos y ciegos de esos que no quieren ver.

Aunque la llegada al poder del supuesto mesías fue impulsada por una clara mayoría, un importante sector avizoraba un rumbo no democrático, en cambio los que sucumbieron ante el discurso bañado de presumidas buenas intenciones, frases históricas, repetición de eslóganes populacheros y un fuerte reclamo ante la corrupción que se vivía, fueron más incautos.

Pocos años pasaron para que muchos que confiaron en el discurso salvador empezaran a ver, no hizo falta más que escuchar el cambio del tono del orador, para restar partidarios y que la oposición maltrecha, escuálida, golpista tal como es aún calificada sumará adeptos.

Si bien la oposición sumaba seguidores, el gobierno pudo mantener una disminuida popularidad gracias a las programadas dosis de retahíla comunicativa y la gota petrolera distribuida míseramente entre los sectores populares que disfrazaba  la corrupción abrupta que superaba en creces la de La Cuarta.

Con la muerte de quien dejó visible a los pobres y la aparición imprevista  de un emergente que llegó con un legado vacío bajo el brazo, la popularidad que en algún momento tuvo el partido de gobierno bajó, para entonces muchos recuperaron la visión.

Hoy la velocidad en el deterioro de la vida del venezolano y las constantes arremetidas contra la voluntad popular han acelerado la necesidad de un nuevo comienzo para este país, donde el irrespeto a la democracia y la constitución hasta el ciego ahora ve.

Simón Peraza
@sapl42

viernes, 14 de octubre de 2016

El gobernante no quiere control

Los regímenes constitucionales aparecieron más que para delimitar las reglas y normas de la población que reside en un territorio para ordenar el estado, sus instituciones y sus funciones. Aquellos sistemas de gobierno donde un jefe supremo se amparaba en un supuesto poder celestial, el cual le era asignado por los dioses mientras tomaba la siesta ó aquellos poderes transmitidos por herencia de supuestos linajes y puras castas de la realeza son solo parte de los guiones de películas épicas romanas y sus tiranos emperadores.

El nacimiento y la proliferación de sistemas de gobiernos constitucionales en el mundo posibilitan en mayor porcentaje las garantías democráticas aunque no basta solo con redactar constituciones, el efectivo cumplimiento de los preceptos constitucionales va de la mano al correcto funcionamiento de las instituciones, y este, a la moralidad y ética de los funcionarios, primeramente aquellos en funciones de dirección.  

Para cada poder, llámese ejecutivo, legislativo o judicial, clásicamente hablando, se establecen funciones y controles que en corresponsabilidad con la teoría de la división de poderes de Montesquieu, mantienen el equilibrio y evitan la invasión del espacio de cada uno en el ejercicio de sus facultades. Está organización tiene su esencia, evitar la concentración de poder, pozo de proliferación de abusos y tiranías.  

La relación entre el poder ejecutivo y el poder legislativo podría marchar con menos tropiezos cuando coincide en ellos la mayoría parlamentaria de un partido político y el presidente de la nación de la misma tolda, por eso de la camaradería, razón contraria a los valores éticos y morales recientemente mencionados.

El poder legislativo independientemente de la cantidad de parlamentarios a favor o en contra del poder ejecutivo, tiene además de su labor en la creación de leyes, la de controlar el ejercicio del ejecutivo, a los fines de resguardar la integridad de la nación. Por ejemplo, la facultad de aprobación del presupuesto de la nación de la Asamblea Nacional venezolana, es un control al ejecutivo que intenta evitar la disposición de recursos atendiendo a criterios personalísimos, que busca impedir que el dinero público vaya a fondos de corrupción o simplemente no sea el dinero distribuido equitativamente entre las instituciones.


Cada poder tiene claros procedimientos y herramientas dentro de la constitución para que así prevalezca el pensamiento democrático. Saltarse normas, la constante incitación a la usurpación e invasión de poderes nos aleja de la democracia y nos retrocede a los períodos aquellos de tiranos emperadores y gobernantes sin control.

Simón Peraza 
@sapl42

jueves, 6 de octubre de 2016

Culpables de la tormenta

Después de la tormenta viene la calma dice un refrán más que conocido. Venezuela vive desde hace mucho en una tempestad política, social y económica permanente que solo el precio del petróleo era capaz de disfrazar.

Para un venezolano común, como tú o como yo, quien hoy escribe, con un ínfimo salario mínimo,  es inimaginable e inentendible las cifras en dinero que han entrado a nuestro país desde la llegada de la revolución, quizás más difícil aún será visualizar la suma de dinero malversada durante la fatalidad de la dirección roja.   

La oscuridad acostumbrada por la dirigencia de estas casi dos décadas, su responsabilidad ante la destruida economía, su caótica política funcionarial, sumada al control del poder judicial dirigido por el amiguismo partidista y la represión a la independencia de los poderes públicos dificultó la justicia y promovió la cultura corrupta.

Ahora que el petróleo no está ni cerca del anhelo revolucionario que permitía dilapidar y repartir a migajas la miseria con la población, siguen señalando culpables de la crisis en todas direcciones sin percatarse que al señalar con el índice los cuatro dedos restantes señalan al verdadero culpable de la crisis nacional.

Los venezolanos en su condición democrática, permitieron un día ingresar a la política a un grupo mercenario, golpistas notorios que alcanzaron el poder político a través del juego electoral pero que transitan alejados del camino democracia.  Los culpables de hoy, quienes nauseabundos se expresaban de la corrupción en tiempos de cuarta, hoy distraen su atención y se visten de ovejas ante su enjambre corrupto.

Lo cierto es que el pueblo venezolano ha identificado a los culpables, ha entendido el modus operandi de un gobierno que no respeta preceptos constitucionales, que no conoce la coherencia entre lo que profesan y sus actos. Un gobierno que sigue gestando la tormenta que pronto traerá la calma.

@sapl42
Simón Peraza Lazarde