Crónica de lo que pasó en la Redoma del Mojón
mojón1
Del lat. hisp. *mutŭlo, -ōnis, de mutŭlus 'modillón', 'madero hincado en un muro'.
1. m. Señal permanente que se pone para fijar los linderos de heredades, términos y fronteras.
2. m. Señal que se coloca en despoblado para que sirva de guía.
4. m. coloq. Porción compacta de excremento. I
I
La concentración languidecía, el mal sonido, los discursos repetidos por una dirigencia que a veces parece superada por los acontecimientos, el sol, el calor y la falta de hidratación contribuían a ello. Empezamos la retirada con una dualidad de sensaciones: la sensación de haber hecho lo que teníamos que hacer y la desazón que no habíamos hecho lo suficiente. Caminábamos de regreso a nuestro vehículo cuando un dirigente de uno de los tantos partidos presentes nos dijo:
-Los estudiantes van a tumbar la estatua.
No fue necesario decir de cual estatua se trataba, miles de margariteños tenemos ese mojón atravesado en nuestro animo y albergamos la seguridad que esa estatua seguirá el destino de las cientos que en el mundo se han erigido con los mismos fines.
Peso mucho nuestra asuntina curiosidad y hacia allá nos fuimos.
II
El mismo sol que nos acompaño en la 4 de mayo nos recibió en La Auyama donde no mas de un centenar de personas de apariencia variopinta: viejitas sifrinas, estudiantes, gente de tez aceitunada y algunos cincuentones como nosotros increpaban a la misma cantidad o mas de uniformados de diversas instituciones que custodiaban al mojon. El mismo discurso con diferentes entonaciones:
-En lugar de estar cuidando eso deberían estar buscando los delincuentes.
-Sus familias al igual que las nuestras están pasando trabajo y haciendo colas por comida.
-¿Hasta cuando permitirán esto?
-Pobres con armas reprimiendo a pobres sin armas para que los corruptos se sigan llenando.
Lo normal en estas situaciones anormales que vivimos.
III
A los pocos minutos de estar ahí no mas de una docena de individuos que bajaban desde la Av. La Auyama comenzaron a lanzar
piedras a la abigarrada concentración que incluía a cuerpos de seguridad y manifestantes por lo que mal puede acusarse a los manifestantes de agresión. La lluvia de piedras y cascajos de las construcciones vecinas obligó a los manifestantes a correr: la mayoría por la Avenida Bolivar hacia el C.C. La Vela, unos pocos se cobijaron en los edificios y Centros Comerciales mas cercanos y los agresores, quizás como una alegoría a sus confusos orígenes corrieron hacia la izquierda.
Lo triste fue lo que ocurrió después, los cuerpos de seguridad se tornaron represores y empezaron su concierto de bombas y persecuciones solo hacia los manifestantes que se dirigieron hacia el lado derecho de la Redoma del Mojón, dejando a su libre albedrío a los verdaderos agresores que como dije antes se habían desplazado orquestadamente a la izquierda.
Colofon:
Mas de 30 ciudadanos en su mayoría estudiantes privados ilegítimamente de su libertad.
Mas tristes de lo que habíamos llegado nos marchamos en espera de una nueva oportunidad de mostrar nuestro repudio a este régimen corrupto, inútil y opresor.
Y mas triste aun. Los agresores ( o por lo menos unos que a la distancia se parecían igualitos) tornados en compañeros, terminaron en amena platica con los supuestamente agredidos miembros de los cuerpos de seguridad del estado.
A mi nadie me lo contó. Yo estaba ahí.
Rafael Silva Figueroa