Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Rasgo de subdesarrollo

De la lectura "Usted no sabe quién soy yo" de Iñigo Domínguez, publicada en el portal web “El País Semanal”, acerca de la importancia de saber a quién tienes delante tuyo, es decir, la importancia de la persona con quien estés tratando, es muy fácil identificar similitudes con la simpatía común del venezolano antes de ser atendido por algún funcionario o trabajador de una empresa. 

Una regla nacional en ésta época que nos tocó vivir, ante cualquier trámite es conocer o tener un amigo de un amigo que puede ayudar a conseguir -a tiempo- una solución para los problemas, situación que también aplica si quien actúa es una figura conocida. Aunque crea usted, este un carácter único de nuestra venezolanidad, no lo es; diversos estudios revelan que es una situación para nada excepcional en los países no desarrollados.
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El trato amigable, informal y sonriente para con los funcionarios, parece tener que ser una regla general si quieres obtener resultados favorables y oportunos en el territorio nacional. Según el artículo mencionado inicialmente, en Italia es igual y es la excepción entre países europeos, cuenta el autor del texto, que más bien la regla en casi la totalidad de Europa se lee de la siguiente manera "Ser antipático es sinónimo de progreso", es decir, no importa si usted dice o no los buenos días, si conoce o no quien está enfrente de usted, el funcionario está en la obligación de dar respuesta oportuna, está ahí para cumplir funciones sin importar si fue o no saludado, o si es amigo o conocido.

Respeto a la legalidad es el asunto, parece haber entonces distinción entre los individuos que conforman una nación. En los países alejados de los patrones de legalidad y de muestra Italia, reconoce el autor del texto que aplican preceptos mafiosos como: "Es la teoría de la Tierra Media, los vivos encima, los muertos debajo, y nosotros estamos en el medio", es decir, aquellos privilegiados en la cúspide del poder están vivos, aquellos sin jerarquía, renombre ni poder alguno están en el sótano y por último, los del medio, aquellos que sin ser de renombre tienen la capacidad para hacer y resolver.

Simón Peraza Lazarde
@sapl42