Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

sábado, 24 de noviembre de 2018

Tontos confesos



Las políticas de opacidad estadística están presentes en organismos públicos desde hace muchos años. De forma intencional los espacios institucionales han sido orientados al destino destrucción, intentando esconder en espacios politizados el polvo bajo la alfombra. 

Dos décadas ocultando cifras de realidades visibles como: asesinatos, secuestros, robos, enfermedades; sin contar los más recientes y acelerados números de inflación, desabastecimiento y migración, han hecho simultáneamente proliferar todo tipo de confesiones desde el gobierno en declaraciones, actos, comunicados y más. 

Jurídicamente la confesión obligada contra sí mismo está prohibida por norma constitucional, pero: ¿Qué ocurre cuando la confesión aparece de forma espontánea? Sencillo, no se requiere de pruebas para demostrar la responsabilidad en hechos, inclusive delitos. 

Por ejemplo, cuando los datos reales de migración generada por la crisis permanecen silenciados por el menjurje del estado gubernamental, aparecen declaraciones como: “El éxodo masivo es falso” y una semana después: “Estamos habilitando un avión para que los compatriotas regresen”. 

Son este tipo de incoherencias una práctica habitual, confesiones tontas de seres que durante su experiencia han ido cambiando las estadísticas por tontas confesiones. 

Una de las más recientes presentaciones donde el tonto entra al confesionario fue el texto hecho público con recomendaciones enviadas a miembros a las FF.AA, donde se reconoce la inseguridad que azota sin restricción. 

Ni viajar en horas nocturnas, ni frecuentar lugares de dudosa reputación, dan inicio a las sugerencias de resguardo para miembros de la fuerza pública. Desde ahora, no se usa el teléfono mientras se maneja, no porque la ley lo prohíba, sino por la inseguridad; tampoco se usa el uniforme para estar en la calle, la delincuencia puede identificarles. 

Eso sí, las tascas, cines, bares, discotecas y teatros, pueden visitar con cuidadito, rapidito y sin escala durante su retorno a casa. Recuerden seguir las recomendaciones y con suerte no serán víctimas de la delincuencia. 

Simón Peraza Lazarde
@sapl42