Criterio Nuestro es el blog personal de Simón Adrián Peraza Lazarde. Un poco de mucho donde participan colaboradores escribiendo opinión, investigación y demás géneros periodísticos o literarios.

sábado, 22 de abril de 2017

¿Cómo pasar una alcabala sin que te detengan cuando vas a surfear?

La respuesta más sencilla sería, no se te ocurra ser surfista en Margarita. Ir a la playa a practicar un deporte que por cierto tiene importantes exponentes en nuestra región, es un acto para el criterio de la policía estadal (uniformes azules) que roza el delito. Llevar una tabla de surf dentro o en el techo del carro, es suficiente causal para ser detenido en una alcabala - y ser tratado cual delincuente más buscado-, pues se aplica a la perfección el nuevo precepto del derecho, utilizado por los uniformados: Presunción de culpabilidad.
- A la derecha
- Bájese del carro
- Voltéese y péguese contra el carro
- ¿Tienes droga en el carro?
- ¿Consumes algo?
Foto: CORTESÍA EL SOL DE MARGARITA
Sucede cualquier día de surf en Margarita, viajes solo, con amigos, con tu familia, con tus hijos, mientras sea visible la tabla de surf, serás detenido e injustamente tratado, recibiendo, además frases como las siguientes:
- Esto es un procedimiento normal.
- El 80% de los surfistas son drogadictos.
- Si no te gusta entonces no vayas a la playa.
- Yo no te conozco, que sé yo si eres un delincuente por eso tengo que revisarte.
- Nosotros también paramos viejas, no solo surfistas.

Tristemente, estas prácticas policiales son rutina de los uniformados (azules). En otros países del mundo, el surf es parte del turismo, y la policía amablemente interactúa con quienes lo practican. En Margarita, es una cotidianidad la discriminación y el trato prejuiciado para con personas que tienen este deporte como un hobbie, complemento de vida para venezolanos, médicos, ingenieros, abogados, entre otros, que disponen horas para el esparcimiento en una actividad al aire libre.
Ahora bien, en atención a las frases que puedes escuchar de los funcionarios, es interesante reflexionar: La detención y revisión repetida, es un procedimiento denigrante, no normal; Un porcentaje alto de policías están involucrados en delitos, ¿Quién las revisa?; Las playas son públicas, ¿no?; ¿No conocer a una persona es suficiente razón para dar pie a estas actuaciones?; El lenguaje de un agente debe referirse con respeto a cualquier ciudadano, los adultos, abuelos o ancianos también merecen ese respeto.
Como venezolano, margariteño, como un ciudadano más, como surfista eventual, como profesional, como hijo de alguien y padre de mi hija, en mi nombre y de todos aquellos colegas que son detenidos bajo prejuicios e inexistentes presunciones, por haber descubierto en el surf un deporte que es vida, exijo respeto a la dignidad humana en estas horas, donde Venezuela necesita rescatar el civismo y los valores humanos.
Simón Peraza Lazarde
@sapl42

lunes, 10 de abril de 2017

Educación de calidad

Sin duda alguna la educación es pieza principal para lograr el desarrollo y el bienestar de la población de un país. Es una realidad, mejor educación, mejores ciudadanos, una parte considerable de la sociedad venezolana así lo reconoce, y confía a pesar de las dificultades, acudiendo a escuelas, liceos y universidades.

La educación es un acto de civismo que requiere calidad para garantizar su éxito, éxito que se materializa con la formación de individuos verdaderamente independientes de pensamiento que pese a las dificultades con tempestades políticas, económicas y sociales, pueda mantenerse de pie, exigiendo calidad educativa.

A modo de ejemplo, la película nominada a los Premios Oscar “La Reina de Katwe”, basada en hechos de la vida real, muestra como la enseñanza del ajedrez a niños alejados de las escuelas y que trabajan desde temprana edad por dificultades económicas y carencias familiares, encuentran en el juego de estrategia una pasión, y en su entrenador una figura de respeto que les enseña además del juego, valores, disciplina, responsabilidad y amor. Todos estos niños lograron a través del ajedrez como parte de vida, alejarse de la calle, soñar con el éxito y alcanzar becas para la escolarización.

 

Si bien la trama de esta producción no identifica la responsabilidad política de un gobierno, si se evidencian las diferencias sociales existentes en el país de África, Uganda. Las dificultades de un alto porcentaje de la población, que no solo no acude a la escuela, sino que, no tiene motivación alguna en su grupo familiar por el estudio.

 

La crisis, las necesidades y familias sin estructura obligan a que desde muy temprana edad los niños deban trabajar dejando a un lado su derecho y deber de acudir a la escuela en países marginados. No es mera coincidencia que los países más avanzados, con mayores satisfacciones personales y sociales, tengan los mejores índices educativos, educación con objetivo de integridad y libertad de pensamiento para sus individuos.

 

Simón Peraza Lazarde

@sapl42